26 de septiembre de 2010

Una de aquellas tardes excesivamente... Llamemos-la, INSOPORTABLES, de segundo semestre, cuando aun era posible subir al "cielo", (solo los que lo conocen saben de que hablo), decidí subir, fumar un cigarro y tomar algunas fotos, pensaba estar solo, pero REDEPENTE, siento un ligero golpe sobre mi dedo indice, como queriendo llevárselo, muy suavemente voltee mi mirada (era miedo mas que curiosidad), y me encuentro con este amiguito, un pequeño gatito, en su casa, una bodega en un cuarto piso... Mientras jugueteaba con el... Sentí otras 3 presencias, sus hermanos... Me dejaron fotografiarlos, consentirlos e incluso alimentarlos... Agradezco a su mama, al llegar no me asesino! Espero algún día volver a verlos! :)

1 comentario:

  1. q lindooooooooooooo!!!!!
    yo y mi obsesion con los gatos
    y vos un desocupado total

    ResponderEliminar

Comenteeen, jajaja, Se sabe que piensan de este vago!